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viernes, 30 de enero de 2015

Panzer Dragoon [Análisis] [Sega Saturn]

No... dejes que vuelva a la Torre... mi Dragón... conoce el camino... por favor... 

En 1995 Sega saca al mercado su penúltima consola, la Sega Saturn. Aunque los títulos de lanzamiento con mayor renombre provenían de los departamentos arcade de la compañía japonesa (Daytona USA o Virtua Fighter, por ejemplo), un pequeño juego de la hornada inicial cautivó a muchos jugadores. Tal vez por sus gráficos, o por su música. Incluso puede que, tal vez, por su historia. Es difícil crear un universo atractivo de un simple shooter on-rails. Pero a veces se consigue.

gabla (Usuario de Vandal)



Hace un par de años que me pasé la primera entrega de la saga de Dragones de SEGA y, en conjunto, es un buen arcade al que los 20 -en realidad los cumple este 10 de marzo- años que lleva tras sus espaldas no han hecho mella en su propuesta tan única y personal, a la vez de ser el pionero de las 3D de los shooter on-rails, todo un clásico.

Team Andromeda abre un vasto mundo lleno de posibilidades con esta primera entrega, no es la más interesante argumentalmente, ni la más refinada y rica jugablemente, pero sí que posee un argumento, a priori, enigmático y místico, que no va más allá, pero que da a pensar por el final.

Pongámonos en situación:

Miles de años han pasado desde que la próspera civilización humana pereciera en el polvo del desierto. El tiempo pasa sobre ellos... Pasando su existencia con miedo de la siempre presente sombra de la guerra ciber-genética, los pocos humanos que quedan luchan por el poder que una vez perdieron.

Con un futuro desolador, la gente busca en su pasado un destello de luz. Las excavaciones en una antigua Torre han provisto al pueblo de un arsenal mortal, convirtiéndolos en enemigos. Este poder ha creado conflictos entre naciones vecinas, todas luchando entre ellas y las fuerzas del mal del Dragón Oscuro.

El destino del mundo reside en las alas de un blindado dragón azul...



Panzer Dragoon comienza mostrando a Kyle Fluge, el protagonista, mientras caza en un desfiladero con varios compañeros. Tras unos instantes, una impresionante nave les sobrevuela. Aunque extrañados por su presencia en un lugar tan apartado, continúan con su labor.

Mientras persigue a un animal, Kyle se separa del grupo y encuentra unas misteriosas ruinas. Montado en su coolia, se introduce en ellas, en medio de un silencio casi ritual. Al rato, se encuentra con una sala en la que permanecen inmóviles varios seres, hibernando desde la Edad Antigua. En ese momento, el silencio se rompe: el suelo comienza a alzarse y Fluge aparece en la sala superior.

Fluge, antes cazador, se convierte ahora en la presa de unos extraños seres que acaban con su montura. Intenta como puede escapar de una especie de cangrejo con no muy buenas intenciones aunque, por desgracia, una pared lo detiene. En un desesperado intento por salvarse, intenta hacer mella en su perseguidor con su ballesta, aunque es inútil. Esperando ya su fin, Kyle siente un temblor que retruena en la sala. Afortunadamente, una roca cae del techo sobre el animal, acabando con él en el acto.

La roca caída ha dejado un hueco en el techo, por el que entra un misterioso dragón azul. Inmediatamente después, otro dragón negro lo persigue. Kyle se encuentra tan desconcertado tras haber salvado su vida que cae al suelo, superado por lo que ve.

Sin aún recomponerse, un destello naranja invade la estancia. Una explosión avanza desde el fondo de las ruinas, empujando todo a su paso. Son las consecuencias de la lucha entre el dragón azul y el negro.

Kyle recobra el sentido y avanza hacia el exterior por la abertura que se acaba de crear. Ahí se enfrentan a muerte ambos dragones. El dragón negro, en un lance de la batalla, logra herir de muerte al jinete del dragón azul. El ganador abandona la batalla, confiado de su victoria.

El jinete azul desciende a tierra, en sus últimos momentos de vida. En ese momento divisa a Kyle, y se dirige hacia él. El dragón se posa a su lado, y el misterioso guerrero extiende su mano al joven Kyle. A través de su último estertor, le confía la tarea de evitar que el dragón negro alcance la Torre que acaba de descubrir el Imperio.

Tras esto, el misterioso personaje cae muerto al suelo, al tiempo que el dragón azul grita en señal de duelo. Sin embargo, no hay lugar para el lamento. El dragón conoce el camino a la Torre, y Kyle Fluge le acompañará para detener al dragón negro.

Fuente del texto explicativo de la historia: el refugio del gato blanco




Si habéis visto la intro podéis ver que las CG eran un espectáculo para aquella época, y eso que era de primera hornada, por algo este juego fue el más caro de hacer en aquella época, no sé los números exactos, pero SEGA se dejó una buena pasta en el juego junto al artista francés Moebius (Descanse en paz), que también valía sus dineros.

El juego se divide en 7 episodios, siendo el último de ellos una expansión del episodio 6. Hablemos de cómo el juego innovo en el género, hasta ese entonces no se había hecho algo parecido, y no sólo por el planteamiento y mundo, sino por la propia jugabilidad. Panzer Dragoon se diseñó como un shooter on-rails en el que, por primera vez, se integró el sistema de fijado y la posibilidad de girar la cámara a 360º grados, con esto el juego ganaba mucho frenetismo en su época y momentos de tensión.

El sistema de fijado nos permite fijar a varios enemigos (manteniendo el botón de disparo), la cantidad de cosas a las que se pueden fijar es apabullante, siempre es agradable de ver como el Dragón suelta toda la energía acumulada y ver como los rayos láser van hacia a por los enemigos, creedme, fijar como un loco sólo hace que las ganas de acribillar a los enemigos aumenten (y en el caso de los bosses es exagerado)

Como es un shooter on rails nosotros nos limitaremos a dirigir al dragón hacia todas las direcciones, pero siempre siguiendo un camino prefijado acorde, por momentos, a la banda sonora del juego.

Y ya que mencionó a la banda sonora, quizás el juego tenga uno de los temas mas míticos de la industria:



Y esto en el primer nivel, que es un paseo.

La dificultad del juego va in crescendo haciendo que muramos varias veces porque no nos esperamos ciertas situaciones, o que los tramos de cada nivel tengan su buena dosis de acción y nos linchen por arriba, por abajo, derecha e izquierda y por el centro y, sólo entonces, nos caguemos en la pu** ****. Pero es una cosa normal, no por nada es un juego arcade. Al acabar un nivel se nos evaluará el % de enemigos con el que hemos acabado, si está entre el 87-100% recibiremos 2 o 3 créditos según el %, ¿y para que sirven los créditos? Pues los créditos hacen como monedas en el juego, si acaban con nosotros podremos continuar la partida en el mismo nivel en el que nos han aniquilado vilmente a costa de un crédito.

Como una recreativa de estas, vaya.



El juego no es muy largo, te lo puedes acabar en una tarde (como yo, pero tras varios meses de sufrimiento y dolor... muchos intentos en la misma puta fase........................ el jefe es un cabrón y no es sano lo que viene después de ese jefe), mínimo te dura 1-2 horas si estás totalmente curtido en el género o te sabes de pe a pa lo qué pasa y los ataques de los enemigos. Estaremos obligados a manejar hábilmente al Dragón y su jinete, pues el juego tira mucho de la pericia que tengamos, ya que por movimientos no es que vayamos muy sobrados...

La banda sonora del juego no es muy extensa, contamos con tres temas orquestados, que es el del menú, el del primer nivel y los créditos, por lo que el resto de la banda sonora está totalmente hecha con sintetizador, que quizás no sean tan sorprendentes como las orquestadas, pero en el juego acompañan muy bien y desprenden personalidad.




Los dos últimos niveles del juego son absolutamente intensos y llenos de tensión, no os miento si os digo que dejé de sentir en las últimas fases mi mano derecha, mención especial al Final Boss, una cosa impresionante llena de mala leche y uno de mis Retro-jefes finales favoritos, los vídeos del juego no hacen justicia a toda la experiencia que es este juego, es imposible que sientas la tensión y frenetismo, o la sorpresa y épica que supone la lucha entre los dos dragones y sus jinetes mirando un vídeo, por eso recomiendo que si os interesa la saga Panzer Dragoon empecéis con la primera entrega para luego jugar a las demás entregas (que es lo que voy a hacer yo) con tal de ver cada mejora y planteamiento de éstas.

Panzer Dragoon con sus ya 20 años no ha envejecido nada mal, sigue siendo un buen juego sin más, pero para aquellos que lo disfrutaron en su época seguramente sea uno de sus videojuegos favoritos o, por qué no, de la historia.

Si he de ponerle una nota al juego, pues le pondría un 7-7,5. Buen juego que abre uno de los universos y sagas más atractivas del mundillo, la primera entrega de Panzer Dragoon es una completa joya de coleccionismo y un verdadero tesoro que hizo que SEGA diese un golpe sobre la mesa en cuanto a creatividad y calidad.

No en vano, la saga cuenta con un JRPG muy especial al que espero tener el gran honor de degustar lo más pronto posible, pero antes de eso está Zwei. *




Y como veis el análisis tampoco es muy largo, la verdad es que muy pocas cosas puedo achacarle al juego... vamos, creo que no puedo decir ninguna cosa mala, salvo que dura poco y no tiene extras que lo hagan prestarse a rejugarlo más allá de mejorar la puntuación y el % de enemigos eliminados. Aún así el que durase más sólo perjudicaría al juego, la duración es perfecta tal y como está en cierto modo. Pero le habría venido bien unos extras, eso sí...

Apoteosico episodio final y apoteosico episodio 6.

*NOTA: Este análisis tiene algunos años, por lo que se ha cambiado el número de años y un par de cosas y detalles del mensaje original. Como tal, ya se han jugado y pasado los posteriores juegos menos el último del que tengo la mala suerte de no tener acceso a él por el momento.

Si os ha gustado la entrada, estad seguros de que habrán entradas sobre las posteriores entregas. 

¡Buenas noches!

8 comentarios:

  1. Un gran juego y un inmejorable comienzo de una esta mítica saga. A pesar de que sus secuelas le superaron, sigue siendo un juego divertido y emocionante y una revolución dentro del género.

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  2. Uno de los primeros juegos que recuerdo querer jugar cuando llegaron esas nuevas consolas. A día de hoy me sigue llamando.

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  3. Si te sigue llamando sería muy buena idea que le dieras la oportunidad. :D

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  4. Nunca le había dado a la saga ni directamente visto nada del juego de marras; de hecho, Panzer Dragon es casi una de las pocas IP míticas de las cuales JAMÁS me molesté en informarme. Imagínate hasta qué punto que pensaba que era un jrpg y no un on rails xDDDDD

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  5. Hablo del primer S&P, el segundo de Wii no lo he jugado y dicen que es peor.


    Qué mal que no seas capaz de aguantar el ritmo de un juego arcade. x'DDD


    Sobre el emulador, el de la Sega Saturn es un tanto "complicado" No es tan directo como de las otras consolas, pero hice un tutorial hace 2 años sobre él para ponerlo en marcha, así que ya sabes... si te entra el venazo acude a mí.

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  6. Bueno, tienes suerte porque dentro de la saga sí que hay un jrpg, pero el resto son todos shooter on-rails.


    PD es la saga de SEGA que tiene un respeto inmaculado para sí misma y sin ninguna mancha en cuanto a calidad de entregas, que va aumentando a cada secuela. Debería molarte si te moló Sin & Punishment (juego que jugué hasta cierta fase por la dificultad de los controles en una versión HD).

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  7. S&P 2 me gustó, peeeeero tampoco te creas que me enamoró, y ese rollito pasárselo del tirón... no sé, si lo hago sería con saves entre fases y en emulador.

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  8. Lo de los juegos arcade es algo que me viene de siempre. De hecho empecé a jugar "en serio" en la era PS2, por lo que nunca tuve esa "fibra retro" tan necesaria para esta clase de juegos imposibles basados en repetirse una y otra vez.

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